El 21 de Noviembre es el Día Mundial de la Espina Bífida, y desde Fertility Madrid queremos adelantarnos y ofrecerte un poco más de información al respecto.

¿Qué es la espina bífida?

Se puede definir como una malformación congénita en la que la columna vertebral del feto no termina de cerrarse completamente durante el primer mes de embarazo. Las vértebras no se forman adecuadamente alrededor de la médula espinal del bebé, dejando un espacio abierto. Y al no haberse formado apropiadamente, la médula espinal puede estar dañada.

Se conoce como «Columna hendida». Puede localizarse en cualquier parte de la columna vertebral, y transcurre durante las primeras semanas de embarazo después de la concepción.

Tipos de espina bífida

Espina bífida oculta

Es la forma más leve. Es un pequeño defecto de separación en una o más vértebras. Este defecto puede variar entre un lipoma, hoyuelo, vellosidad localizada, mancha oscura o una protuberancia sobre la zona. No estarían alterados ni los nervios ni la médula espinal.

Suele pasar desapercibida para muchas personas, debido a que generalmente los nervios raquídeos no están afectados. La mayoría de los niños no tienen síntoma neurológico. En algunos de los afectados por esta tipología, los síntomas empiezan a notarse en edades avanzadas.

Los síntomas pueden ser distintos tipos:

  • Neurológico. Debilidad y/o atrofia en extremidades inferiores, poca sensibilidad, reflejos alterados.
  • Ortopédico. Deformidad o diferencia de tamaño en pies.
  • Genito-urinario. Incontinencia o retención de orina, o incontinencia de heces.

Espina bífida abierta o quística

Es el tipo más grave. Se visualiza como un abultamiento que se aprecia claramente en forma de quiste, en la zona afectada de la espalda. Puede presentarse solo o acompañado de defectos varios en el sistema nervioso (como la hidrocefalia). Existen varios tipos: meningocele, mielomeningocele, encefalocele, mielosquisis, raquisquisis. Hablamos de los dos más frecuentes:

  • Meningocele: Se detecta porque una o más vértebras presentan una abertura de la que asoma un quiste lleno de líquido, que contiene parte de las meninges.
  • Mielomeningocele; La más grave de todas. Se identifica porque es una masa quística que contiene tanto membranas como raíces nerviosas de la médula, y en ocasiones contiene parte de la propia médula.Los posibles síntomas:
    • Parálisis total o parcial de las piernas.
    • Pérdida del control de la vejiga o los intestinos. Y la médula espinal quedaría expuesta a ser más sensible a infecciones como la meningitis.

En el caso que la médula espinal y los nervios quedaran al descubierto, sería necesario cerrar la abertura quirúrgicamente nada más nacer el bebé.

Causas de la espina bífida

No se puede determinar la causa exacta que interrumpe que el tubo neural no cierre por completo, haciendo que se desarrolle la malformación. Se sabe que existe la influencia de factores genéticos, nutricionales y ambientales.

La principal causa prevenible es el déficit de folatos en la madre durante la preconcepción y en los tres primeros meses de gestación.

Principales factores de riesgo

Aunque su causa exacta no siempre es conocida, existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que un bebé desarrolle espina bífida. Algunos de los principales factores de riesgo incluyen:

  • Se incrementa la probabilidad de padecer espina bífida en blancos y en hispanos.
  • Afecta más habitualmente a las niñas.
  • Madres mayores de 35 años y madres adolescentes, son más propensas a padecerla.
  • Mujeres con diabetes Mellitus mal controlada.
  • Cuando se ha padecido obesidad previa al embarazo.
  • Déficit de ácido fólico.
  • Si durante el primer trimestre de embarazo se produce exposición a Rayos X, al plomo, insecticidas y a ciertas sustancias químicas.

Prevención de la espina bífida

El control preconcepcional debe ir dirigido por las siguientes pautas:

  • Consumir ácido fólico, al menos tres meses antes de quedarse embarazada y durante los tres primeros meses de gestación. Los expertos se unen en la práctica de prescribir esta vitamina porque ayuda, aunque no garantice, a un correcto desarrollo del feto. Si se añade ácido fólico a la dieta, se reduce el riesgo de tener un bebé con defecto de tubo neural, como la espina bífida.La respuesta más sencilla serían los hábitos: cuando una mujer toma diariamente, 400 microgramos de ácido fólico, antes y durante el embarazo (dentro del embarazo remarcar la importancia de tomarlo durante el primer trimestre), se reduce el riesgo de en un 70%.
  • Dieta equilibrada.

  • No tomar fármacos teratógenos (la teratología es el estudio de las malformaciones congénitas. Generalmente los fármacos vienen clasificados: A,B,C,D y X, los que no suponen problema alguno para las embarazadas son los A) y evitar la ingesta de tóxicos.

En resumen, cuando queremos o nos ilusionamos con la idea de ser madres, sería un buen momento para iniciar la toma diaria de ácido fólico, y asegurarnos que en el momento de la concepción hemos sido responsables con nuestra parte.

Dentro de la Reproducción Asistida, al tratarse de embarazos planificados, este factor es más fácil de controlar: la ingesta de ácido fólico se suele hacer de un modo más planificado, con la idea de dar lo mejor a sus bebés.

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