La azoospermia es un trastorno masculino que se caracteriza por la ausencia de espermatozoides en el semen, lo cual compromete la capacidad reproductiva de forma natural. Es una de las principales causas de infertilidad masculina y puede estar asociada con problemas en la producción, transporte o liberación de espermatozoides.

La prevalencia de la azoospermia varía, pero se estima que alrededor del 1% al 2% de la población masculina general puede verse afectada por esta condición, siendo uno de los principales factores por el que los pacientes recurren a la ayuda de un donante de semen anónimo.

¿Cuáles son las causas de la azoospermia?

Antes de determinar un tratamiento específico, primero debemos diferenciar entre dos tipos de azoospermia: la obstructiva y la secretora:

  • La azoospermia obstructiva: Se debe a la obstrucción (o falta) de los conductos seminales que permiten la salida del semen al exterior, por lo que no se observan espermatozoides en el eyaculado. Una causa de este tipo de azoospermia puede ser la vasectomía, pero también lo puede ser malformaciones congénitas de los conductos deferentes o a obstrucciones adquiridas debido a infecciones, inflamaciones o cirugías previas en el área genital
  • La azoospermia secretora: se debe a alteraciones en la espermatogénesis, que es el proceso de producción de espermatozoides en el testículo. La falta o alteración de este proceso puede deberse principalmente a problemas funcionales del testículo u hormonales (como una deficiencia de testorterona). Otras casusas pueden ser infecciones testiculares, exposición a radiación o quimioterapia, y problemas autoinmunes que afectan los testículos.

¿Cómo se diagnostica la azoospermia?

La azoospermia no presenta síntomas evidentes, y los hombres afectados pueden tener una libido normal y no experimentar dolor durante la eyaculación. La única señal de esta condición es la ausencia de espermatozoides en el semen eyaculado, lo que se detecta a través de un análisis de semen.

Al no haber síntomas, es necesario realizar un seminograma para diagnosticar un caso de azoospermia.

Se trata de una prueba en la que se recoge una muestra del eyaculado que será examinada en el laboratorio y en la que se observará tanto la concentración y como la movilidad de los espermatozoides.

Según los resultados obtenemos los siguientes valores de concentración de espermatozoides en el seminograma:

  • Azoospermia: cero espermatozoides en el eyaculado.
  • Criptozoospermia: menos de 100.000 espermatozoides por mililitro de eyaculado.
  • Oligospermia: menos de 15 millones/ml de eyaculado.
  • Normozoospermia: la muestra está dentro de la normalidad.

¿Qué pasa si un hombre tiene azoospermia? Tratamientos para la azoospermia

Una vez hecho el estudio y análisis del espermograma, sabremos si estamos ante una azoospermia secretora u obstructiva. De esta manera, estamos en situación para poder llevar a cabo un tratamiento:

Tratamiento para azoospermia obstructiva

La biopsia testicular ofrece una alternativa a los pacientes que padecen una azoospermia obstructiva.

Al haber una obstrucción física en los conductos deferentes que impide que los espermatozoides se mezclen con el semen eyaculado, la solución principal es la cirugía. La cirugía de reconstrucción de los conductos deferentes (vasovasostomía) puede ser realizada para restablecer el flujo normal de espermatozoides. Sin embargo, es importante destacar que el éxito de esta cirugía puede variar y no siempre garantiza la recuperación completa de la fertilidad.

Con la biopsia testicular, lo que conseguimos es acceder a los espermatozoides «atrapados» en el testículo para después poderlos utilizar en un tratamiento de fecundación in vitro.

Tratamiento para azoospermia
secretora

En cuanto a la azoospermia secretora el pronóstico es incierto. El tratamiento dependerá de la causa por la que no se estén produciendo espermatozoides en el testículo.

  • Si se trata de una alteración hormonal, es posible que un tratamiento con hormonas externas pueda activar de nuevo la espermatogénesis y recuperar la presencia de espermatozoides en el eyaculado.
  • En algunos casos se puede optar por la biopsia testicular con el fin de poder encontrar focos de producción de espermatozoides.
  • Si la azoospermia está relacionada con problemas genéticos, es posible que no haya tratamientos específicos y se podría considerar el uso de técnicas de reproducción asistida, como la fertilización in vitro (FIV) con espermatozoides donados.

En ambos tipos de azoospermia, cuando los tratamientos convencionales no son efectivos, las técnicas de reproducción asistida mencionadas anteriormente (Microinyección Intracitoplasmática de espermatozoides – ICSI) suelen ser opciones viables para lograr el embarazo.

Estas técnicas permiten la fecundación de óvulos con espermatozoides en un entorno controlado en el laboratorio, superando las limitaciones de la producción o transporte natural de espermatozoides. La elección del tratamiento dependerá de la causa específica de la azoospermia, la salud general del paciente y otros factores médicos relevantes.

¿Puede prevenirse la azoospermia?

La prevención de la azoospermia puede ser posible en algunos casos, pero no en todos. Debido a que la azoospermia puede ser causada por una variedad de factores genéticos, hormonales, ambientales y de salud, no siempre es posible prevenir su desarrollo. Sin embargo, aquí hay algunas consideraciones que podrían contribuir a reducir el riesgo en ciertos casos:

  1. Estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable puede tener un impacto positivo en la salud reproductiva. Evitar el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y las drogas recreativas, y mantener un peso corporal adecuado son factores que pueden influir positivamente en la salud de los espermatozoides.
  2. Protección contra lesiones: Lesiones en la región genital pueden causar daño a los testículos y afectar la producción de espermatozoides. El uso de equipo de protección adecuado durante actividades deportivas y laborales puede ayudar a prevenir lesiones.
  3. Evitar la exposición a toxinas: La exposición a sustancias químicas tóxicas en el ambiente laboral o en productos químicos domésticos puede tener un impacto negativo en la salud reproductiva. Evitar la exposición innecesaria a toxinas y seguir prácticas de seguridad en el trabajo puede ser beneficioso.
  4. Tratamiento temprano de infecciones: Algunas infecciones, especialmente aquellas que afectan los genitales y los testículos, pueden tener un efecto perjudicial en la producción de espermatozoides. Buscar tratamiento médico temprano para infecciones puede ayudar a prevenir complicaciones.
  5. Manejo de condiciones médicas: Algunas condiciones médicas crónicas, como la diabetes y la hipertensión, pueden tener un impacto negativo en la salud reproductiva. Mantener estas condiciones bajo control a través de un tratamiento adecuado y el seguimiento médico puede ayudar a prevenir problemas de fertilidad.
  6. Evaluación genética: En algunos casos, cuando existen antecedentes familiares de problemas de fertilidad o condiciones genéticas relacionadas con la azoospermia, es posible realizar pruebas genéticas antes de intentar la concepción. Esto podría ayudar a identificar posibles riesgos y a tomar decisiones informadas sobre el tratamiento o las opciones de reproducción asistida.
  • Fertility and Sterility (2006): Etiology of azoospermia in a large nonreferral inner-city population.
  • WHO (2000): Manual for the Standardized Investigation, Diagnosis and Management of the Infertile Male

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5 comentarios sobre “¿Qué es la azoospermia y cómo tratarla?

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