El impacto psicologico que genera la infertilidad masculina

Cuando pensamos en las dificultades a nivel emocional que conlleva la infertilidad y los procesos de reproducción asistida, frecuentemente nos viene a la mente el papel de las mujeres, ya que son las que pasan por las pruebas diagnósticas más duras, las inyecciones, medicación, quirófanos y sienten, además, la responsabilidad de llevar el bebé en su cuerpo. Pero también debemos tener en consideración el importante papel que juega el hombre y sus sentimientos.

Las implicaciones psicológicas de la infertilidad masculina

Aproximadamente un 40% de los problemas de fertilidad debidos a una causa conocida, son por factor masculino.

Tradicionalmente, y de forma muy errónea, se ha asociado la virilidad a la fecundabilidad. Cuando un hombre recibe el diagnóstico de infertilidad, puede experimentar una serie de emociones y sentimientos que pueden afectar a su estado psicológico. Estas emociones pueden incluir:

Baja autoestima: La infertilidad puede asociarse a la virilidad y a la masculinidad, por lo que los hombres pueden sentirse menos masculinos o incluso indignos si no pueden tener hijos.
Vergüenza: Los hombres pueden sentirse avergonzados de su infertilidad, especialmente si se sienten responsables de la misma.
Miedo: Los hombres pueden sentir miedo al rechazo, a la burla o a la soledad.
Frustración: La infertilidad puede ser una experiencia muy frustrante, ya que los hombres pueden sentir que no tienen control sobre su capacidad para tener hijos.
Tristeza: La infertilidad puede provocar tristeza y duelo por la pérdida de la posibilidad de tener hijos biológicos.

Diferencias de género en la expresión de las emociones

Independientemente de que la causa de la infertilidad masculina, femenina, mixta o de origen desconocido, normalmente hay diferencias de género en la manera de afrontar los problemas de fertilidad.

Mientras que en los encuentros y jornadas de fertilidad, así como en los foros (en este caso, Internet es un reflejo de lo que pasa en la vida real), predomina claramente la presencia femenina y los testimonios escritos por mujeres, es raro encontrar comentarios masculinos (aunque cada vez hay más).

Ello es debido a la mayor tendencia por parte de los hombres, a no exteriorizar los problemas, mientras que gran parte de las mujeres sienten la necesidad de expresarlos y buscar comprensión, empatía, información, alternativas de tratamiento etc.

Pero eso no quiere decir que los hombres no sufran con el proceso, sino que son más reacios a manifestar sus sentimientos o emociones. Como frecuentemente las mujeres sí que lo manifiestan, el hombre muchas veces adopta el papel de soporte de su pareja, y se inhibe todavía más, para no dañar o proteger los sentimientos de la mujer.

La importancia de la comunicación

Esto en muchas ocasiones complica la situación, ya que la mujer puede pensar que su pareja, siente indiferencia ante el proceso, o le da igual la idea de tener hijos. La falta de comunicación o una comunicación inadecuada, están a la base de muchos problemas de pareja, también muy frecuentes en las situaciones de infertilidad.

La comunicación es fundamental en cualquier relación, pero es especialmente importante en las parejas que se enfrentan a la infertilidad. Cuando los hombres y las mujeres no se comunican de manera efectiva, pueden surgir malentendidos y conflictos.

El inhibir sistemáticamente la expresión de sentimientos y emociones, e incluso el negarlas a uno mismo, puede aumentar los problemas de frustración, sufrimiento, estrés y trastornos psicosomáticos entre otras complicaciones.

La búsqueda de ayuda profesional

La búsqueda de ayuda profesional puede ser una herramienta muy valiosa para los hombres que se enfrentan a la infertilidad. Un psicólogo especialista en reproducción asistida ayudar a los hombres a:

Entender y aceptar sus emociones.
Mejorar sus habilidades de comunicación.
Desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.

Desde Fertility Madrid, animamos a los hombres a que también busquen ayuda psicológica o emocional para afrontar mejor el proceso, por su propio bienestar y para poder ofrecer un mejor apoyo a su pareja.

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