Si a ti, a la mujer que me donó sus óvulos, a la mujer que hizo posible que cumpliéramos el proyecto de nuestras vidas.

Gracias porque con tu gesto hiciste posible que después de varios tratamientos y un largo recorrido en el mundo de la reproducción asistida, viéramos la luz.

Cuando estábamos a punto de renunciar, de tirar la toalla, apareciste tú, una mujer valiente capaz de someterse a un proceso de donación de óvulos para que otra mujer logre su objetivo de ser madre.

El día de tu punción nos avisaron en la clínica, no dejé de pensar en ti en todo el día, esperaba que el tratamiento hubiera sido exitoso, pero también que te encontraras bien, que te hayas sentido cuidada, que en la medida de lo posible hayas disfrutado del proceso, del milagro de la ciencia.

Quiero que sepas que gracias a tu generosidad nació un niño al que siempre le hablaremos de ti, le contaremos cómo nos regalaste unas células que permitieron darle la vida.

También quiero que sepas, que los hijos nacidos a través de la ovodonación son niños muy deseados, porque normalmente vienen después de pasar por el duro camino de la infertilidad, y fruto de la lucha de madres guerreras que no han dado su brazo a torcer.

Por tanto, son niños queridos y valorados, que habitualmente crecen en un ambiente afectivo adecuado para su desarrollo, y por tanto suelen ser niños felices.

Espero que se cumplan todos tus sueños, porque el nuestro ya se ha cumplido…, gracias a ti.

Una madre receptora de ovocitos.

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