Fue una suerte habernos encontrado, especialmente en un momento muy muy duro, en el que mi mente estaba empezando a pensar en aceptar que no siempre se cumplen los sueños y que era momento de abandonar.
Sólo puedo agradeceros a toda vuestra implicación, vuestros consejos y explicaciones, vuestros cuidado, vuestro entusiasmo y optimismo, y vuestra forma de acompañarme sintiendo que conseguir el positivo era un reto compartido. Mil gracias por hacerme sentir tan arropada y por convertir este proceso en algo más sencillo, más agradable, cercano y lleno de emoción.
Y que conste que no lo digo porque ahora me acaricie la barriga con ilusión, sino que es algo que he sentido y agradecido mucho desde el primer día.