El proceso de transferencia embrionaria es un procedimiento que se inicia con la fecundación, posteriormente se realiza el cultivo de los embriones. Durante el tiempo que los embriones permanecen en cultivo se valora la calidad de los mismos para determinar cuántos y cuáles se transferirán al útero. Este procedimiento acaba cuando los embriones se depositan en el útero.

Dudas Frecuentes en el Proceso de Transferencia Embrionaria

A pesar de que cada caso es único y que en reproducción asistida no se puede generalizar, al llegar hasta el quinto día de desarrollo el blastocisto nos permite seleccionar mejor el embrión a transferir, consiguiendo así unas mejores tasas de embarazo.

En casos donde en día 3 contamos con un bajo número de embriones de buena calidad, el cultivo hasta día 5 no nos ofrece ninguna ventaja debido a que ya tenemos los embriones seleccionados.


Un blastocisto es un embrión de día 5/6 de desarrollo embrionario. Presenta una estructura compleja donde encontramos aproximadamente unas 200 células, es el estadio previo a la implantación en el útero materno. Los embriones que alcanzan esta fase presentan un mayor potencial de implantación.


No, solamente los embriones con una calidad suficiente podrán criopreservarse. Así, garantizamos que los embriones criopreservados tengan un alto potencial de embarazo.


Los embriones se clasifican según sus características morfológicas. Los embriólogos valoran el número y simetría de células, y si presentan fragmentos o no.

Teniendo en cuenta estos parámetros (entre muchos otros), se consigue clasificar cada embrión con una letra que define su calidad, catalogándolos desde una calidad “A” a una calidad “D”, siendo A y B los embriones que presentan un mayor potencial de embarazo.