El estudio de fertilidad consiste en la evaluación del sistema reproductivo de la mujer y del hombre para averiguar las probabilidades reproductivas de una pareja y conocer si existe algún problema que impida concebir y dar a luz un bebé sano.
Según los estudios epidemiológicos más amplios, la esterilidad afecta al 15% de la población en edad reproductiva de los países occidentales, es decir, a una de cada seis parejas, y experimenta una evolución creciente.
La Sociedad Española de Fertilidad aconseja realizar un estudio de fertilidad a una pareja cuando no se ha conseguido gestación tras 1 año de relaciones sexuales no protegidas.
El período de búsqueda debe iniciarse antes en mujeres de más de 35 años, existencia de enfermedades genéticas, ciclos menstruales irregulares, abortos de repetición, mujeres con cirugía pélvica previa o varones con patología genital previa.